Del maestro Armando Quintero:
Decálogo para narradores orales que se inician
1.- Cuando estemos frente a un narrador oral digno en su ser y en su hacer, intentemos imitarlo en su dignidad. Cuando estemos frente a un mal narrador oral,
observémoslo con mucha atención para corregir nuestros propios errores.
2.- Ante un buen cuento a narrar, la pobreza de lenguajes es algo que nos avergonzará. Ante un mal cuento, la riqueza de
recursos provocará lo mismo.
3.- Los cambios en el ser y hacer de cualquier narrador oral que se inicia pueden ser muy lentos, casi imperceptibles; lo importante es que sean.
4.- El narrador oral se pasará la vida simplificando lo que muchos hombres, a conciencia o no, tratan casi siempre de complicar: las relaciones humanas.
5.- Estudia siempre el pasado del viejo oficio de narrar cuentos y de todos los oficiantes del mismo si quieres saber cómo será tu futuro.
6.- El narrador oral digno sabe lo que es verdad en lo que comparte con su público; el mal narrador sabe qué es lo que vende mejor.
7.- Un cuento no mejora tu condición, ni la de tu mundo, pero puede abrir puertas y ventanas para lograrlo cuando lo compartes y, sobre todo, descubrir que crecerás en esa búsqueda aliándote con
quienes desean crecer contigo.
8.- Cinco son las condiciones para que tú y tu mundo logren ser mejores: constancia, honestidad, generosidad, sinceridad y delicadeza, en tu ser y hacer.
9.- Al escuchar comentarios perversos, aunque sólo sea por mera curiosidad, no tardarás en convertirte en un hombre perverso.
10.- La narración oral, como la virtud, no nació para vivir a solas. Todo el que la practica, terminará rodeado de buenos vecinos. ¡Sólo ejércela de corazón!, luego, nos
cuentas.
Fomento lector: "Contar para chicos, un trabajo de grandes" - Bitácora del Blog del Centro Cultural de España
Ponencia - II Jornada de Patrimonio Inmaterial
CARLOS ACEVEDO
Narrador oral que ha participado en numerosos talleres de oralidad. Ha trabajado en radios y participado en encuentros nacionales e internacionales de cuentacuentos. Ha impartidotalleres de narración oral. Actualmente es facilitador del proyecto “Radioescuela” (perteneciente a La Morada y Oxfam Internacional) para alumnos de educación básica y media de establecimientos rurales.
"Desde el mismo origen de la humanidad, no del hombre o la mujer, sino de la humanidad en el concepto social o de grupo, la narración como hecho comunicativo, fue una necesidad, menos que arte u oficio, una necesidad. Pero cuando la necesidad básica estuvo satisfecha y defino por satisfecha a la impronta de preguntas y respuestas concretas, algo sucedió… Ese suceder tuvo relación concompletar en palabras, gestos, representaciones, una realidad no palpable, tangible para él o los otros, tuvo que ver con re-crear (hermoso concepto) una realidad y allí, en esa ampliación de recursos para hacerse entender al grupo, surgen los narradores: rural y urbano. Los narradores rurales, adquieren su capacidad para contar cuentos, de una tradición familiar, el modelo de la típica abuela relatando alrededor del fuego; la madre a instancias de estar preparando la comida o el padre contando mientras va del trabajo a casa con su hijo. Por eso mismo, esta tradición está relacionada con lo cotidiano y con la naturaleza del medio donde habitan. Estos narradores, son espontáneos y muy imaginativos; a partir de un hecho menor y aparentemente intrascendente, como una luz que titila a lo lejos o algún fenómeno de la naturaleza, logran crear un mundo de significados trascendentes o fantásticos. El narrador urbano, ya no se sorprende de la naturaleza, está relacionado con la ciudad y sus múltiples intermediarios. Como narrador urbano, he tomado historias de la literatura, he mitificado y completado con mi propia experiencia de estudiar-vivir, haciéndolo en forma real-urgente. Y, de tanto contar, he corporizado a los personajes de mis cuentos; mi propia realidad se ha enriquecido por esa otra realidad alternativa, fundiéndose en mitómano peligro que feliz se confunde con los recuerdos y aconteceres reales. Ahora, si bien es cierto tomo historias de los libros, en mi trabajo de adaptación a lo oral, voy incorporando giros idiomáticos, frases que escucho en la calle, reflexiones que son eco de una sociedad en movimiento. En esta temporalidad es donde mi texto narrativo y lo diré con humildad, adquiere el honorable título de Patrimonio Inmaterial. Y por favor, no me miren mal por esto. La diferencia entre narrador urbano y rural, radica en aquello que mencioné al comienzo: narrador oral escénico contemporáneo, específicamente en estas dos últimas palabras. Como narrador urbano, he tenido que estudiar no sólo el fondo de qué quiero decir, sino el cómo: considerar que es un arte que está en constante enriquecimiento entre la investigación estética y el mercado cultural. Creo que no hay necesidad de decir el respeto, la admiración y la seguridad del valor intrínseco que le doy a los relatos de tradición oral. El tema es que el devenir de los tiempos ha llenado nuestra sociedad de recursos tecnológicos, técnicos y de una urgencia de tiempo que no sólo tienen que ver con una sensación de finitud, sino que estamos en frecuencia con esa urgencia y los ritmos de apreciación se han cronometrado con ella y no soportamos el caminar lento, el conversar pausado, la literatura con muchos detalles, etcétera. Mitos, leyendas, acontecimientos o sucedidos de siempre, deben asumir las herramientas escénicas contemporáneas para ser divulgados, ser conocidos y valorados. Hoy no podemos acercarnos a los niños con historias de la misma forma que ayer. Necesitan una adaptación, no en el fondo, sino en la forma que la brindamos. Bruno Bettelheim, psicoanalista americano, respondiendo al cansancio de estar repitiendo los cuentos ancestrales, señala: “En realidad, si abordamos superficialmente los cuentos, ellos tienen poca cosa que enseñarnos sobre las condiciones de vida de la sociedad de masa que conocemos hoy en día, estos cuentos fueron creados mucho antes de su advenimiento, pero tienen infinitamente más cosas que enseñarnos sobre los problemas interiores del ser humano y sus soluciones que cualquier otro tipo de historia.” Lo más valioso no es que sea el Patrimonio Inmaterial de una leyenda o un mito, que al fin y al cabo es la forma, sino que con el avance tecnológico, el Patrimonio Inmaterial verdadero que debemos preservar es la voz hablada, es el escucharse, es el compartir la conversación que nos concreta como pares y que en sus temas, crea identidad."
9 y 10 de septiembre de 2008
Centro Cultural de España - Santiago, Chile
Fundamentación y valoración de la narración oral escénica
La narración oral escénica o cuentacuentos es un actual arte que tiene como génesis la historia misma de la humanidad.
La necesidad de comunicarse entre los seres humanos para entender su entorno y manifestarse a sí mismos validándose como individuo y sociedad es intrínseco al ser y existir. El desarrollo tecnológico ha sido impresionante y paradójicamente el auge de los medios de comunicación (t.v., internet, etc) nos ha encerrado en nuestras casas negando la relación social. Asimismo, estas herramientas tecnológicas pueden tener un excelente uso en el progreso humano, pero ese progreso debe tener un cimiento fuerte, que en el área de nuestro interés, está situado en la lectura activa para el entendimiento cognitivo de las propuestas presentes y futuras del desarrollo científico y que sean aprovechadas a nivel personal y/o social.
La narración permite la relación social en conjunto con el incentivo al desarrollo del gusto por la lectura, por lo tanto es un espectáculo de fines educativos, lúdico y entretenido pero con repercusiones personales motivacionales de gran impacto. Estudios profesionales a nivel mundial han referido los beneficios de la narración oral en los niños y en la familia. Algunos de esos reconocimientos se sintetizan en el desarrollo de los siguientes puntos:
- la capacidad de escuchar en sus diferentes niveles (atencional, analítica, marginal, creativa)
- el lenguaje escrito y oral.
- la imaginación.
- la escritura formal y creativa.
- el gusto por leer y por los libros.
- los elementos propios de la creación.
- el pensamiento.
- conductas sociales y afectivas importantes.
- el placer y la recreación.
Por último, la “jerarquización” de la narración oral en un evento público familiar y social realizado a nivel profesional, derivará en un renovado interés, no sólo en la lectura de libros, sino en el diálogo familiar y social comunal con nuestros padres y abuelos, dueños de una memoria viva que es importante escuchar.